Trago corto
…y el miedo se disipó, evaporado entre copas de vino. Las excusas de adolescente se...
…y el miedo se disipó, evaporado entre copas de vino. Las excusas de adolescente se diluyeron y las risas ahogaron a los pretextos del inseguro y a las dudas del indeciso.
…y la charla se tornó afilada y el ingenio ágil y el juego astuto, intentado no romper nada.
…y el momento fugaz y la tarde breve y las ganas en aumento.
…y en tiempo de descuento decidiste que no errabas si me lo ponías fácil.
…y tu saliva, tu saliva como un trago bien servido: corto y con carácter.
Escuchando: mi risa sorda y canalla
Autor: yo mismo
Inconsistente y demente, desvariada y oscilante, me despreciaste sin celo, pensado que eras miel y yo asno.
Zafia, que de ridículo atuendo quisiste calzarme sin saber que el diablo se esconde en los detalles, esos que aún no identificas.
Zafia y no es falta sino coherencia, porque mis canas me avalan y ya he conducido maquinaria pesada.
Zafia, porque a base de fuerza, exigencias y vehemencia no logras sino hastiarme, ahogarme, deslucir tu poco brillo y alejarme.
Zafia y no es por mi ego, es porque ya he conocido a muchas raposas, me sé la fábula de memoria y en este cuento, acabarás despreciando las uvas que no has podido alcanzar.
…y mientrastanto, yo me seguiré riendo.
Escuchando: Fuck yourself
Autor: Frank Zappa
«Yo sólo buscaba pasión… y contigo encontré presión»
«…y en realidad, el propio camino es la meta.
Cuanto más largo sea el camino, mejor.»
«El tiempo sólo te cura lo que ya no te importa»
(Gracias Enrique Bunbury)
«Pensamos demasiado y sentimos muy poco.»
«El gran dictador» – Charlie Chaplin (1940)
De etílica excusa se embadurna mi pose que silencia más que enuncia y que otorga más que omite.
Canalla actitud la que me indulta, o al menos lo intenta, con inocente artificio y exigua careta. Y no sin recelo, auyento al vigía de mi sensatez, bajo el pretexto de la embriaguez, con la bula del borracho que sincera su ego y advierte a su juicio que tal vez no quiera reconocer que es más débil que un junco y que cede más de lo que su arrogancia pretende cimentar.
Omito mis falsos preámbulos y excuso a mi serenidad, que arduo esfuerzo me dedica y abro la exclusa de mi sensatez al flujo de mi fatua firmeza, para romper mis principios, para asumir que has vencido mis miedos, para reconocer que has burlado mis defensas.
¿Y ahora qué hago, coraçao?
Escuchando: Voy a perder la cabeza por tu amor
Autor: feat. Enrique Bunbury
«Dejé de insistir y comprobé quien sostenía el vínculo»
«La vida es una tragedia para los que sienten y una comedia para los que piensan»
(Merci, Monsieur de la Bruyère)
…y en un juego de egos, una apuesta con mi voz interior, un lapso de lúbricas intenciones, un tropiezo en la rectilínea de mis disciplinas, restalla una serendipia que ninguno esperaba. No sin sorpresa se conjugó lo inesperado y aunque lo niegue a pecho palomo, un hilo de curiosidad me ata a la expectativa.
Y sin embargo, mi atención y cortesía se paga con aséptica distancia y formalidad de un conocido evadible. Te sientes más dura que yo (y no hay interrogantes).
Ridícula pose, flor de lís, porque en este negocio soy más viejo que tú, con el ingrato virtuosismo que ello conlleva.
Escuchando: Alicia (Expulsada al país de las maravillas)
Autor: Enrique Bunbury
«Tan sólo una mentira y el resto de tus verdades caen en duda»
Dejando la puerta entreabierta, te marchas mirando hacia atrás, con la elíptica intención de no querer alejarte. Como el anhelo de un futuro que no quiere ser pretérito y sin embargo, se diluye en el presente sin apenas darse cuenta.
Sé que me mientes, porque tus medias sonrisas son tus medias verdades, hilvanadas sin mucho acierto y torpemente enunciadas, dubitativa, titubeante porque ni tú te las crees. Y en mi camino, con los bolsillos llenos de dudas, seguiré sin entender tus razones, tus excusas y argumentos, carentes de mi lógica, vacíos de mi sentido e incoherentes por sí mismos.
Sembraste dudas con semilla de respuesta y nuestro último beso sonó a pausa con deseo de secuela. Tu saliva me brindó sabor a incertidumbre y el tacto de tus labios, calor de interrogación. Y ahora mi sino es elidirte, omitirte, borrarte, pero ni quiero ni sé olvidarte y aunque a la fuerza ahorcan y mi soga apriete, me quedo con tus besos, tus medias sonrisas y treinta días de dulce engaño. Princesa.
Escuchando: Sí (nueva versión)
Autor: Enrique Bunbury (gracias por prestarme algunas de tus palabras)
No te pedí un pacto, ni siquiera lo insinué, tan sólo buscaba aplacar las dudas que me atormentaban y me regalaste una declaración de principios con nocivos finales.
Pudiste elegir el camino de la honestidad, pero optaste por un órdago que no has sabido sustentar y ahora, a la postre de tus propuestas, me repites que te intereso… y tal vez sólo sea eso, interés.
Sin premeditación pero con torpe alevosía, me has regalado la serendipia que yo no buscaba, ni deseaba, ni esperaba y ni siquiera pensaba que así pudiera ser. Porque confiaba en tus palabras, en tus “principios”, en tu sinceridad, en tus reflexiones acariciándome las manos… en tus mentiras disfrazadas de ingenuidad.
Sin derecho alguno a exigirte, pero con todo el privilegio de mi opinión, ahora he visto la realidad de tu desidia y postulo: no eres despistada, eres muy limitada.
(rabia y dolor a partes iguales)
Escuchando: Live to Rise
Autor: Chris Cornell (Soundgarden)